Descubren piezas del S.XVI que sólo existían en los libros

por | 2 julio, 2019

Los arqueólogos logran descubrir la quilla del galeón hundido en Ribadeo y alguna pieza única en el mundo, de las que sólo se sabía por grabados de los siglos XVI y XVII

Un equipo científico internacional, ha conseguido llegar a lo que se cree que es la quilla del galeón San Giacomo di Galizia, hundido en 1597 en el puerto de Ribadeo. Esto ha sido el punto y final de un trabajo preciso para excavar, descubrir la estructura del barco y hacer una zanja en la pila central de lastre justo debajo del puente, donde se encontraban las piedras y los pesos para asegurar la estabilidad del barco. Los trabajos son complicados ya que hay que quitar todo este material para poder llegar al bastidor principal y a la bañera, sobre la que se apoya el mástil principal con una masa compacta. Todo el material recogido, se analizará para recoger todos los datos posibles sobre este pecio y se devolverá al mar, cubriéndolo y protegiéndolo. Para tener una idea de cuan valioso es este estudio arqueológico, podemos decir que nunca antes se había descubierto una estructura de galeón español del siglo XVI de este tipo. Y está en la ría de Ribadeo, en Galicia. Sin embargo, la magnitud del tesoro escondido en el San Giacomo di Galizia es difícil de calibrar, de hecho, en este sentido, los arqueólogos han encontrado vestigios, como un tacón de artillería del siglo XVI, que no había sido vista en la realidad hasta la fecha, sólo se tenía constancia de su existencia por medio de los grabados de la época. Tras los estudios pertinentes de la rueda, esta se devolvió al mar, exactamente en el mismo lugar donde se encontró, con las precauciones oportunas para que no se deteriore.La rueda, después de ser fotografiada, volvió a estar escondida en su lugar.

Otros objetos han sido recuperados por otros motivos, el riesgo de saqueo de ciertas piezas es más elevado que otros: Los restos de un peine. Pero por ahora, estos objetos tienen menos importancia que el descubrimiento del propio galeón en si, descubrir su estructura, tiene importantes connotaciones históricas, porque fue en el siglo XVI cuando se empezaron a desarrollar las rutas marítimas para descubrir el mundo. El objetivo de recuperar estos objetos no es tanto el de restaurarlos, sino el de preservarlos para futuras intervenciones. La Xunta financió la obra con 21.000 euros, con la colaboración del Instituto Americano de Arqueología Náutica, que aportó 5.000 euros. También colaboraron buzos de la Marina.

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