Un reciente estudio desvela que bucear con tiburones no tiene porque alterar la conducta de estos escualos a largo plazo.
Estar todo el día con tiburones metaforicamente es una cosa pero meterse en el agua con estos peces de gran tamaño es otra. ¿Un locura verdad? No para los buceadores obsesionados con estos peces gigantes por los que son capaces de viajar al otro lado del mundo y gastar grandes cantidades de dinero para estar cara a cara con estos animales acuáticos. Una multimillonaria industria se ha construido alrededor de estas personas: bucear en una jaula con el gran tiburon blanco en Suráfrica y la isla guadalupe, alimetar a los tiburones en Bahamas, México o Fiji; bucear con los tiburones martillo en las islas coco y en Galápagos.
Esto está genial para los amantes del riesgo pero ¿qué pasa con los tiburones? Como muchos buceadores saben, y ha sido demostrado en anteriores estudios, en la mayoría de los casos, los tiburones nadan lejos de las personas. ¿Esta actitud de evitar a los buzos persiste cuando estos se van? ¿Tienen claro los tiburones qué zonas están más frecuentadas por personas?
Ansiosos por entender de qué manera influye las actividades subacuáticas humanas sobre el comportamiento de los tiburones, ciéntificos de «UC Santa Barbara and Florida International University» intentan encontrar respuestas. Encontraron que la interacción en humanos y tiburones no tiene efectos a largo plazo sobre los tiburones.
Los investigadores fueron a Palmyra, un remoto atolón en el medio del océano Pacífico, donde se encuentra una población de tiburones sanos, donde la pesca está prohibida y donde raramente se bucea. De todas maneras, Palmyra acoge una pequeña comunidad científica donde bucean en varios lugares. Esto hace que el atolón sea un sitio ideal para estudiar como varia el comportamiento de los tiburones en función de su localización y la interacción con los humanos.
El equipo estudió si las actividades subacuáticas tienen consecuencias, a largo plazo, sobre las poblaciones de tiburones. Utilizaron sistemas de vídeo submarino remoto para vigilar a los tiburones y otros predadores en los alredodres del arrecife.
Después del visionado de los vídeos y de los estudios realizados durante 14 años en el atolón, se ha demostrado que la abundancia de tiburones y su comportamiento es el mismo en lugares con y sin una gran tradición de actividades subacuáticas.
Esto significa que la interacción de los humanos con los tiburones, si está bien regulada, no tiene porque afectar a la conservación de estos animales.