En abril del año pasado, cuatro ballenas asesinas fueron encontradas atrapadas entre los témpanos de hielo en las aguas frías de la costa de Rusia – el bebé fue separado de su madre y en riesgo de ahogarse mientras un joven macho, desde aguas poco profundas, llama sin tregua a su familia.
Podría haber sido una tarea desalentadora, pero los rescatadores se metieron en el agua y se fueron a trabajar. En el mundo entero, la gente hace lo que puede para ayudar a las ballenas varadas y a los delfines – pero esta historia refleja tanto el coraje y la preparación necesaria para ayudar a estas ballenas con mucho estrés y en condiciones peligrosamente inhóspitas. En diciembre, cada uno de estos hombres recibió una merecida medalla por sus esfuerzos.
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